Cronista, poeta y narrador que dedica sus años dorados a crear mundos y revivir memorias que están frescas aún en su mente. Adrián Real, es una nueva voz literaria que se suma a la familia de Sultana del Lago Editores.
Producto del Taller Corrección Perpetuum dictado por el novelista Álvaro D’Marco, llega al mundo editorial el libro «Danza bajo la lluvia» que incluye cuentos, microrrelatos y crónicas, que estará disponible para ser adquirido en Amazon, Google Play Books y la página web de Sultana del Lago Editores a partir del 20 de octubre de 2021.
Adrián Real respondió nuestro cuestionario de autor, para dar a conocer más sobre tu personalidad y pensamiento literario. Esperamos que disfruten de sus ideas:
¿Cuál es tu nombre completo? ¿Te gusta tu nombre? ¿Por qué?
Luis Adrián Real Campos. Si, me gusta mi nombre. Está pleno de reminiscencias familiares. Mi abuela materna se llamaba Luisa, mi padre José Adrián y mis apellidos tienen una carga de leyendas. Mi abuela paterna me contaba que el apellido Real tenía un origen lejano, de cuando un antepasado estuvo en presencia del Rey de Inglaterra, representando al pueblo Miskito, etnia libérrima de Centroamérica. El apellido Campos proviene de Villa Franca del Bierzo, en la provincia de León, en la comunidad de Castilla y León.
¿Dónde naciste? ¿Hay algo del lugar donde naciste que lleves marcado en tu personalidad?
Nací en San José de Costa Rica. Quizás, el espíritu profundamente republicano que me anima. La Republica es una forma de organización para la expresión de la civilidad. Lo militar tiene su ámbito y razón de ser y no debe ocupar la esfera civil.
¿En qué país del mundo te gustaría vivir y por qué?
Debido al lugar de mi nacimiento y por razones familiares pudiera vivir en otras naciones de América o de Europa. Sin embargo, sólo me planteo vivir y morir en mi país, Venezuela.
¿Qué estudiaste? ¿Cuál es tu verdadera vocación? ¿A qué te dedicas?
Me gradué de Ingeniero Mecánico en el Politécnico de Barquisimeto. Luego, terminé una maestría en administración de empresas (Master of Business Administration) en Boston University. Siempre quise ser ingeniero y llegar a la gerencia de empresas industriales por esa vía técnica. Actualmente, estoy dedicado a la consolidación de una empresa de formulación y comercialización de sal saborizada de mesa para el mercado gourmet internacional, en la isla de Margarita y en mi empeño por la creación literaria.
¿Qué época de la historia de la humanidad admiras más? ¿Por qué?
Desearía poder ver la sociedad del siglo XXV; cuando, gracias a la tecnología, se hayan resuelto los problemas materiales de la humanidad: Hambre cero, salud universal, vivienda para todos. Esa época la añoro y preveo.
¿Qué figura histórica repudias?
Cualquiera que haya utilizado el poder, la riqueza o conocimiento para sojuzgar a los otros. Aclaro que repudiar no es odiar; es rechazar.
¿Cuál es tu película y actor cinematográfico favorito?
West Side History y Babel. Quizás, Phillip Seymour Hoffman e Ingrid Bergman.
¿Quién es tu músico preferido? ¿Cuál canción podría ser la banda sonora de tu vida?
Bola de Nieve, cantante cubano. Imagine de John Lennon.
¿Qué opinas del suicidio?
No estoy de acuerdo con el suicidio; nunca lo haría; no por razones éticas ni morales. Es una decisión personal que cada quien deberá dilucidar en casos extremos. Sin embargo, para juzgarlo hay que tener en cuenta circunstancias de fuerte carga emotiva, salud o filosóficas, como las presentes en la sociedad japonesa. Nunca me atrevería a juzgar a otros con base en mis opiniones y experiencias.
¿Qué cambiarias de tu personalidad?
Me gustaría ser más paciente y sabio, en términos de saber vivir mejor y más feliz.
¿Le temes a la muerte?
Creo que no. La muerte es parte de la vida. Como agnóstico no tengo expectativa de vida posterior, premios o castigos. El aquí y ahora es lo único cierto y lo único que nos compete. Lo demás, son esperanza y fe. Ambas inciertas.
Sí tu vida tuviera propósito ¿Cuál crees que sería?
Vivir, ser feliz y no hacerle daño a nadie.
¿Cómo te describirías literariamente hablando?
Autor nobel, tardío, con deseos irrealizados, de escritura torpe e imaginación desbocada.
¿Crees que tu escritura tiene alguna utilidad?
Si; creo que su utilidad es personal, me sirve a mí. Me da propósito y alegría. También, tiene impacto positivo dentro de mi ámbito familiar. El resto, lo desconozco y carece de importancia.
¿Qué razón te motiva a escribir?
Me calma de angustias profundas y añejas. Exorciza demonios recurrentes.
¿Qué sientes al ponerle punto final a una obra?
Alivio. Cada obra nace de una contradicción: La humildad al concebirla y la osadía al escribirla. También, responde a dos ambientes: la soledad y la búsqueda de reconocimiento. Estos elementos colocan a todo escritor en un territorio minado, por la impostura y el ridículo.
¿Qué es lo más difícil de ser un escritor?
Quisiera, en primer lugar, decir que no me considero un escritor; a lo sumo, autor. En mi caso, saber que las pocas obras que he escrito hasta ahora, carecen de valor. Claro, esto no me quita ímpetu, me alientan a constante empeño.
¿Cómo descubriste que serías escritor?
Siempre lo supe. Durante mi carrera profesional como escritor de textos técnicos, de algunos poemas y cartitas de amor desdichado. Mi hija me pidió que escribiera sobre mi vida y en el proceso se despertó el monstruo que dormía adentro de mí.
¿Tienes alguna rutina a la hora de escribir?
Escribo a cualquier hora, en todas partes. Cómo decía Picasso: las musas cuando lleguen, es mejor que te pillen trabajando. No existe inspiración, sino transpiración.
¿Qué te inspira?
Depende del género que esté escribiendo. Sí es poesía, una multitud de sensaciones, olores, palabras, gestos, una cintura cimbreante, una carcajada libertina; multitud de cosas. Sí son relatos, novelas o cuentos, el encontrar personajes interesantes, hechos trascendentes. Hay que vivir el día a día en clave literaria y sacarle provecho para nuestra escritura.
¿Cuáles son los escritores o libros que más te han influenciado para escribir?
Hay un librito olvidado, de crónicas autobiográficas, escritas por un médico sueco, Axel Munthe que reconstruyó la Villa de Tiberio en la isla de Capri, llamado La Historia de San Michele.
Siempre quise escribir algo de esa frescura, agilidad y calidad. Es difícil singularizar las influencias, son variadas y diferentes en calidad y contenido. Todo lo que se ha leído tiene mayor o menor influencia en uno.
¿Con cuál libro te iniciaste en el hábito de lector?
Recuerdo un libro de poesía de mi madre: Las Cien Mejores Poesías de la Lengua Castellana; El Libro de la Selva de Rudyard Kipling; los libros de Julio Verne y cuanto folletín cayera en mis manos.
¿Cuál es tu libro favorito y por qué?
Los Miserables de Víctor Hugo. Es un libro total que aborda hechos históricos ocurridos en Francia durante la Revolución del siglo XIX, la era napoleónica; describe personajes inolvidables, arquetípicos de la bondad, el desprendimiento y la maldad.
¿Cómo ves el panorama literario en Latinoamérica hoy día?
El llamado Boom de los años sesenta y setenta en Latam significó la entrada de nuestra región en el firmamento literario mundial. En cierta forma, ha significado una rémora para la literatura presente. Se espera que dominemos nuevamente la escena de la creación literaria universal. Actualmente, hay muchos grandes escritores y poetas que descollan por su calidad y variedad temática. Claro, Borges, Cortázar, García Márquez, Vargas Llosa, Rulfo, Fuentes o Carpentier son astros refulgentes que nos aturden y ciegan.
¿Qué libro le recomendarías leer a Dios?
¿Duerme Usted, Señor Presidente? de Caupolicán Ovalles.
¿Qué libro le recomendaría al Presidente de la República?
El Libro Gordo de Petete de Manuel García Ferré.
¿Quién es el escritor contemporáneo que recomendarías leer?
Karl R. Popper y su libro La Sociedad Abierta y sus Enemigos.
¿Qué libro o libros no has podido terminar de leer?
La Guerra y la Paz, de León Tolstoi. Me perdía constantemente en esa selva de personajes con nombre ruso.
¿Tienes algún mensaje para los jóvenes que se inician en el camino de la escritura?
Lean buena literatura; tomen talleres de escritura con buenos maestros; escriban mucho; publiquen poco.
¿Antes de morir, qué logro en literatura quisieras tener?
Me voy de poema:
CONFESIÓN
Confieso mi osadía:
He pretendido escribir mis versos
cómo sí ellos valieran la pena
cómo sí fueran maná caído del cielo
Todo lo que he escrito, lo he parido con
denuedo; he hurgado en las palabras
desentrañado metáforas que expresaran lo que busco:
he querido ser honesto
Quisiera haber podido escribir “ambrosía
y néctar bermejo”, como pedía Baudelaire
Hasta ahora, solo sarmiento y arena,
frustración y sufrimiento
FALSA MODESTIA
No tengo pretensión de ser poeta
Ni versador siquiera
Sólo lucho por poder escribir un verso
Un verso pequeño, que alguien
Guarde en su memoria y
No se atreva a botar al cesto
Aspiración suprema:
No soy modesto
¿Has tenido alguna experiencia erótica (excitación) con la lectura? ¿Qué libro?
Muchas. Recuerdo la crispación libidinosa cuando leía los libros de la colección La Sonrisa Vertical. La Esposa del Dr. Thorne de Denzil Romero; El Amante de Lady Chatterley de D. H. Lawrence o La Filosofia de Tocador y Las Desventuras de la Virtud del Marques de Sade; Madame Bovary de Flaubert, solo por mencionar algunos. Han sido más de los que el buen gusto y la prudencia me permiten reconocer.
Sí escribieras como un pintor ¿qué pintor serías?
Caravaggio, siglo XVII.
¿Cuál es tu personaje de ficción favorito? ¿Por qué?
Ulises/Odiseo. Persiguió sus sueños, afrontó las consecuencias, fue astuto para salir adelante y derrotó a sus enemigos.
¿Qué persona de la vida real crees que merece convertirse en literatura?
Un viejo pescador de El Tirano, que cada mañana saca su lancha a alta mar, después de cargar un pesado motor fuera de borda. Regresa por las tardes a la bahía, con su magra pesca. Todo lo hace solo, con una única pierna, larga y musculosa.
¿Qué opinión te merece Sultana del Lago Editores?
Es encomiable el esfuerzo editorial privado que realiza en apoyo a la difusión de nuevos autores. Juega del lado correcto de la historia; labor que le es reconocida cada día, de manera entusiasta y unánime.
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