Sultana del Lago Editores ha editado “Música de fondo”, el que fuera el primer poemario escrito por Beatriz Alicia García, y pone en manos de los lectores en el mundo una pieza de creación que transmite espontaneidad y autenticidad.
Música de fondo, es el primer poemario escrito por la poeta venezolana Beatriz Alicia García, que por los avatares del mundo editorial, fue relegado ante otras publicaciones que inauguraron su poética, pero que hoy ve la luz, gracias a la Sultana del Lago Editores, y nos trae la frescura de la juventud de esta escritora que trasciende entre su generación como una de las voces más definidas.
Beatriz Alicia García, nació en Caracas, en el año 1966. Es poeta, ensayista, investigadora y docente universitaria. Es licenciada en Letras y Magíster en Literatura Venezolana por la Universidad Central de Venezuela; es diplomada en docencia universitaria en la UPEL. Se ha desempeñado en el área editorial desde 1988. Ha publicado: Matarilerilerón (El Pez Soluble, 1999), Acto de fe (La liebre libre, 2000). Monte Ávila Editores Latinoamericana ha publicado su Antología poética de Hanni Ossott y Lugares olvidados (antología poética personal). Le han sido otorgados el Premio Víctor Valera Mora de Poesía de la Universidad Central de Venezuela, 1990, por Ciudad oscura y el Premio Municipal de Poesía 2007 (Mención de honor), por Lugares olvidados.
Música de fondo, ya está disponible en Amazon Kinlde y en impresión bajo demanda para más de quinientas ciudades alrededor del mundo. Beatriz Alicia García respondió a nuestro cuestionario de autor, para dar a conocer más sobre su vida y su obra.
¿Cuál es tu nombre completo? ¿Te gusta tu nombre? ¿Por qué?
Mi nombre completo es Beatriz Alicia García Naranjo. Me gustan mucho mis dos nombres, Beatriz y Alicia, siempre he estado a gusto con ellos, pero mucho más desde que sé su etimología: Beatriz, del latín Beatrix, femenino de beator, “que hace feliz”. Deriva de beo, “llenar (los deseos de)”, “hacer feliz”, “gratificar”, “enriquecer”. Alicia, por su parte, tiene su origen en Aalis, en la Borgoña medieval, es contracción de Adalis, Adalheidis en germánico, Adelaida en español. Proviene del germánico Adelheid, de adel, “estirpe noble” y haidus, “especie, condición, cualidad”: “pertenenciente a una estirpe noble”. En mi caso pertenezco a una estirpe noble no bien valorada en nuestra sociedad, la de los poetas, la de los escritores. García, García es un apellido de los denominados “patronímicos”, pues proviene del nombre personal García, de origen prerromano. Muchos consideran que García en el idioma godo significaba “príncipe de vista agraciada”. Mi primer apellido va a desaparecer con mi generación. Mi padre y sus hermanos sólo tuvieron hijas hembras. Mi tía Clemencia, su hermana hembra, si tuvo un hijo varón, Alejandro, pero su primer apellido es Chalbaud, el de su padre.
¿Dónde naciste? ¿Hay algo del lugar donde naciste que lleves marcado en tu personalidad?
Esa es una pregunta interesante en mi caso. Soy ucevista de nacimiento. Nací en el Hospital Universitario, en la Ciudad Universitaria de Caracas. 18 años después volví a esos espacios diseñados por Villanueva, para estudiar Letras en la Facultad de Humanidades y Educación; posteriormente, cursé la Maestría en Literatura Venezolana, y finalizando la maestría, la profesora Luz Marina Rivas me propuso dar clases en la Escuela de Comunicación Social, donde fui profesora varios años de Literatura Venezolana, Castellano y Redacción. Indudablemente llevo en mi personalidad esa pluralidad de pensamiento que caracteriza a la UCV, a la Ciudad Universitaria de Caracas. Que incluso arquitectónicamente, en su síntesis de Arquitectura y Arte, se muestra como un espacio plural. En mi caso, desde que tomé libros en mis manos, he sido una lectora y una persona plural, de una curiosidad muy amplia. Siempre sentí interés además de la literatura, por todas las artes y el conocimiento en general, e igualmente he tenido respeto por diversas culturas y formas de sentir y pensar. Como, la Universidad Central de Venezuela, mi casa de estudios, y mi lugar de nacimiento, lo ha hecho.
¿En qué país del mundo te gustaría vivir y por qué?
En España. Siempre he tenido la idea de que me gustaría vivir en Europa. Y en España está la cuna de mis orígenes, de mis ancestros y de la cultura Latinoamericana. Por otra parte, algunos de mis afectos más entrañables de infancia y adolescencia, residen hoy en día en España, y a veces los echo mucho de menos.
¿Qué estudiaste? ¿Cuál es tu verdadera vocación? ¿A qué te dedicas?
Estudié Letras en la Universidad Central de Venezuela. Y se lo debo a Mario Fernández, mi profesor de Castellano y Literatura en Bachillerato. Aunque los libros, la lectura, y posteriormente la escritura, siempre fueron lo que más he amado, desde que tengo memoria, desde que aprendí a leer. Originalmente tenía la idea de estudiar Psicología, Arqueología o Antropología. Fue Mario quien me hizo ver que yo lo que más amaba eran los libros, la literatura y me mandó a la Escuela de Letras a entrevistar a Rafael Cadenas para una tarea escolar y a conocer a María Fernanda Palacios. Me sentí tan a gusto en los pasillos de la Escuela de Letras, que aun estudiando bachillerato, terminé asistiendo de oyente, hasta que pude inscribirme formalmente como alumna en marzo de 1984.
¿A qué me dedico? Desde 1988 me he desempeñado en el área editorial, como correctora de estilo, y haciendo producción editorial, es decir, editando libros. Y desde 1992 he sido docente de Castellano, Redacción y Literatura. En años recientes me he desempeñado también como asesora para jóvenes tesistas de carreras humanísticas, apoyándolos metodológicamente y en la redacción de sus proyectos.
¿Qué época de la historia de la humanidad admiras más? ¿Por qué?
El Renacimiento. Allí comienza la historia moderna de la Humanidad, sus grandes figuras fueron personas interesadas, como yo, en diversas artes y formas de conocimiento. Y es en esta época en que los seres humanos dejan de estar presos en los dogmas religiosos y empiezan a ampliar sus saberes y sus conocimientos del mundo que les rodea.
¿Cuál es tu película y actor cinematográfico favorito?
Película: Blade Runner. Actor: Robert Downey Jr.
¿Quién es tu músico preferido? ¿Cuál canción podría ser la banda sonora de tu vida?
Músico: Pat Metheny. Canción que podría ser la banda sonora de mi vida: My Way de Frank Sinatra
¿Qué opinas del suicidio?
Una tragedia que viene de la desesperación, de un dolor demasiado profundo o de la locura. Llegar al suicidio es haberte cerrado todos los deseos, todos los caminos, toda otra salida.
¿Qué cambiarías de tu personalidad?
Mi impaciencia. Ser impaciente. En la vida las cosas tienen un tempo y no lo puedes forzar, porque si lo haces te friegas. Vivo muy acelerada, en líneas generales, y eso no te permite disfrutar de las cosas que haces, que te ocurren. Hay cosas que deben gestarse, que tienen su tiempo. Andar siempre apurado, y a veces sin necesidad, no es bueno. A veces es mejor hacer menos cosas, pero hacerlas bien, respetando sus procesos. Estoy en eso, tratando de vivir con más pausa. Y me cuesta. Vivir como una ardillita es parte de mi personalidad.
¿Le temes a la muerte?
Sí, es el gran misterio que acompaña a la vida. Aunque en los últimos lustros la práctica de la filosofía budista me ha proporcionado cierta paz sobre el hecho de morir y lo que ocurre después que mueres. Los budistas creemos en la reencarnación, y en la muerte sólo como un tránsito. Igualmente me resulta inquietante saber que en algún momento dejaré de existir.
Si tu vida tuviera propósito ¿cuál crees que sería?
En primer lugar no lo pondría en condicional. “Si mi vida tuviera propósito yo…” Creo que mi vida, y cualquier vida, tiene un propósito: ser feliz. Lo que pasa es que algunas personas no lo saben. Y otras no logran encontrar el camino para serlo. Ponen su felicidad afuera, la condicionan a tal o cual persona o circunstancia y cuando esa persona o circunstancia no está o piensan que la van a perder se sienten infelices. Si algo me ha enseñado la vida es que la vida es cambio. Nada que tengas en la vida es permanente, es para siempre, empezando por tu vida misma. Como todos, he perdido mucho, pero también he tenido maravillosos regalos que la vida me ha dado. Voy aprendiendo que para mí lo fundamental es aprender a vivir con lo que tengo, con lo que la vida me va dando día a día. Ha sido difícil, sí, aceptar lo que me fue quitando, lo que me negó. Pero la madurez me ha encontrado en ese camino, el de agradecer, bendecir lo bueno que llega a mi vida, tratando de aceptar lo que no puedo cambiar, y accionando en lo que sí está en mis manos, de una manera realista. Eso me hace feliz, la mayor parte del tiempo. Y hacer feliz a las personas que amo, en la medida de mis posibilidades.
¿Cómo te describirías literariamente hablando?
Como una escritora venezolana que ha experimentado diversas formas y géneros de escritura. He escrito aforismos, poesía en prosa y verso, ensayo, poemas de versos cortos, poemas de versos más largos, libros collages donde hay versos, citas, reflexiones.
¿Crees que tu escritura tiene alguna utilidad?
Una utilidad práctica no. Pero sí una utilidad espiritual, en tanto diversas personas me han dicho que les gustan mis versos, que mis versos los han acompañado. Y eso es muy hermoso.
¿Qué razón te motiva a escribir?
Principalmente, sentir la necesidad de expresarme a través de la escritura. Sobre todo cuando escribo Poesía. A través de la escritura transformo ese sentimiento o esa idea que me motiva a escribir, y la puedo ver de otra manera, puedo distanciarme de ella, sobre todo si el punto de partida que la disparó es un acontecimiento o una emoción dolorosa para mí. Cuando escribo ensayo, reflexiones, hacerlo me ayuda a entender mejor el tema o la obra sobre la cual estoy escribiendo.
¿Qué sientes al ponerle punto final a una obra?
Nada. Cuando le pongo punto final a un texto o a un libro, sencillamente es un proceso de escritura que se acaba.
¿Qué es lo más difícil de ser un escritor?
En primer lugar, vivir de lo que escribes. Considero que son realmente personas privilegiadas las que logran hacerlo. Por lo tanto, las personas que te rodean, con “buenas intenciones”, hacen todo lo posible, cuando tu vocación comienza, para convencerte de que te dediques a otra cosa, y escribas como “hobbie”, en tu tiempo libre. Felizmente, si tu vocación es fuerte, sigues adelante, y encuentras la manera de ser productivo. Con frecuencia ese camino es la docencia, pero puedes ir encontrando otros. La vocación literaria, por lo general, no es el mejor camino hacia la prosperidad y la abundancia. En segundo lugar, crecer como escritor, alimentar al escritor/a que eres con buenas lecturas. Tener la suerte de encontrar una o varias personas que lean tus textos, que los corrijan, que te enseñen la parte de orfebrería, que te ayuden a afinar tu expresión. Y escribir, escribir mucho, de manera constante. Los escritores espontáneos, naif, que no han tenido quien los guíe en sus lecturas, en su escritura, muy raramente escriben una obra que perdure en el tiempo. Al igual que los excesivamente literarios, que son el otro extremo. Su ego hace que sus lecturas, su erudición, los lleve a escribir textos que sólo ellos entienden y dos o tres amigos o colegas también eruditos.
¿Cómo descubriste que serías escritora?
Cuando me di cuenta que no podía dejar de hacerlo, que escribir era lo que más me apasionaba, y lo que mejor sabía hacer.
¿Tienes alguna rutina a la hora de escribir?
Busco aislarme, busco la soledad y el silencio. Me cuesta mucho escribir si tengo ruidos o personas que me distraigan a mi alrededor.
¿Qué te inspira?
Hay diversas formas en que puede inspirarme. La más habitual es que me ocurra algún acontecimiento que genere una emoción o un sentimiento en mí. Tristeza, alegría, rabia, melancolía, sensación de impotencia, deseo, pasión, sorpresa, confusión. A veces también, algo que veo, leo o escucho, puede también moverme a la escritura de un texto, aunque no sea una emoción o un sentimiento propio. También hay temas que se van gestando, y me llevan a escribir un libro, como fue el caso de Acto de fe, mi libro de poemas de tema medieval. Venía leyendo sobre la época y sus escritores mientras estudiaba Letras, luego empecé a leer y escuchar trovadores franceses, galaico-portugueses; vi en el teatro una obra basada en Juana de Arco y finalmente, el disparador definitivo vino de un amor fugaz e intenso, con una persona a quien también le gustaba la Edad Media e incluso tenía un programa de radio, en el que dedicó varios programas a la época. De igual modo ocurrió con mi libro ciberpunk, Otras galaxias. Venía reflexionando y escribiendo sobre el fenómeno de las nuevas identidades que surgen a partir de la interacción en la web, el mundo de las computadoras, el mundo virtual; había visto diversas películas y series del tema durante décadas, desde la pionera Blade Runner, Tron, la saga de Matrix, la serie Voyager del ciclo Viaje a las estrellas, entre otras. Y en años recientes, empecé a escribir un libro de poemas sobre el tema, inventé unos personajes imaginarios conectados a través del mundo virtual. No pensé en un cuento, o en una novela, porque la narrativa no es un género que se me dé bien. Cuando intento escribir textos narrativos, generalmente surgen son imágenes, textos poéticos.
¿Cuáles son los escritores o libros que más te han influenciado para escribir?
Son muchísimos. Trataré de destacar algunos. Entre los venezolanos destacaré a Hanni Ossott, Eugenio Montejo, Rafael Cadenas, Elena Vera, Guillermo Sucre, María Calcaño, Miyó Vestrini, Alejandro Oliveros, el cubano-venezolano Julio Miranda, Rafael Arráiz Lucca, Yolanda Pantin, Elisa Lerner. De los universales: la Odisea de Homero, los poetas y trovadores medievales, los poetas clásicos españoles del Siglo de Oro (Francisco de Quevedo, Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Lope de Vega). Para mí es muy importante la sonoridad de mi lengua, aunque nunca haya escrito yo rimado. Por eso he amado por muchos años la poesía de Federico García Lorca y Rubén Darío. Y así mismo la poesía de José Lezama Lima, César Vallejo, Álvaro Mutis, Roberto Juarroz, Alejandra Pizarnik. Entre los anglosajones destacaría a Edgar Allan Poe, Walt Whitman, T.S. Eliot, Brian Patten, Ann Carson, Cummings. De los franceses, Rimbaud, Baudelaire, Joyce Mansour, Andreé Chedid. El griego Kostantino Cavafis. La escritora Anaïs Nin.
¿Con cuál libro te iniciaste en el hábito lector?
Los cuentos clásicos infantiles, “Caperucita Roja”, “El patito feo”, “La reina de las nieves”, “El gato con botas”, etc.
¿Cuál es tu libro favorito y por qué?
Es muy difícil decir sólo uno, pero acorralada de esta manera, escogeré el que creo que más he releído y siempre tiene algo interesante que decirme: la Odisea de Homero.
¿Cómo ves el panorama literario en Latinoamérica hoy día?
Muy interesante. Creo que la globalización, la migración y el surgimiento del mundo virtual, que han caracterizado al mundo contemporáneo, han ayudado a las generaciones más recientes a que ellos y sus obras circulen más fácilmente y se nutran de horizontes más amplios.
¿Quién es el escritor contemporáneo que recomendarías leer?
Rafael Cadenas.
¿Qué libro o libros no has podido terminar de leer?
Don Quijote de la Mancha de Cervantes, La montaña mágica de Thomas Mann, La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa.
¿Tienes algún mensaje para los jóvenes que se inician el camino de escritura?
Lean mucho, escriban mucho, déjense orientar por escritores de trayectoria, no le hagan caso a aquellos que quieran hacerles abandonar su vocación.
¿Antes de morir, qué logro en literatura quisieras tener?
Que mis poemas puedan acompañar a las personas y mis textos reflexivos los ayuden a entender y valorar mejor otros textos literarios.
¿Cuál es tu personaje de ficción favorito? ¿Por qué?
El Don Quijote de Cervantes, no importa cuáles sean las circunstancias, nada lo detiene en su empresa de cumplir su meta de resolver entuertos y dejar el mundo mejor de lo que lo encontró.
¿Qué persona o situación de la vida real crees que merece convertirse en literatura?
Amelia Erhart, mujer pionera de la aviación, desaparecida en un vuelo, mientras intentaba darle la vuelta al mundo.
¿Qué opinión te merece Sultana del Lago Editores?
La considero un proyecto importante, un proyecto necesario, por su perseverancia y las obras y autores que ha editado, aún en un contexto tan difícil como el que vive actualmente Venezuela.
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