Sultana del Lago Editores

Editorial Independiente de Venezuela

Mario Martínez Caldera: “la literatura es una categoría del conocimiento que nos permite aprehender la realidad de una manera diferente”

Sultana del Lago Editores publica el poemario “Memorias de Caminante” de escritor nicaragüense Mario Martínez Caldera, este libro resultado la concentración de veinticuatro años de trabajo poético, entre 1976 y el 2000.

Una nueva oportunidad para encontrarse con la voz de un poeta latinoamericano que había reservado sus poemas para sí mismo desde 1986, fecha en que edito su último poemario. El hecho de volver a editar poesía, treinta y cuatro años después, de haber publicado, y que este reciente poemario, tenga textos con más de 40 años de maduración; convierten a Mario Martínez Caldera en parte de esa categoría de escritores que describiera el novelista español Enrique Villa-Matas, una especie de Bartleby; aunque esta no sea la verdad absoluta, porque Mario Martínez Caldera, jamás ha abandonado la escritura, sino que ha experimentado con diferentes géneros, desde el ensayo hasta la narrativa.

Mario Martínez Caldera nació en Managua, Nicaragua, en 1957. Es poeta, narrador y ensayista. Su generación fue protagonista de los cambios sociales más radicales que vivió su país. Fue oficial del ejército popular Sandinista en contra del régimen dictatorial de Somoza. Es licenciado en Administración de Empresas, por la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA). Fue Secretario de la Unión de Escritores de Nicaragua en el periodo 1982-1986; miembro de Consejo de Redacción del Suplemento Cultural Ventana,  director Centro de Estudios Laborales de 1989 al 2010. Entre 2010 y 2018 se desempeñó como Asesor del movimiento sindical nicaragüense. Publicaciones anteriores son: “Conspiración Silenciosa” (Poesía, 1982); “Ritos Ocultos” (Poesía, 1986); en el año 2011, regresó al mundo editorial con el libro de cuentos: Confesiones de un Murciélago (Cuento, 2011).

El libro “Memorias de caminante” ya está disponible en Amazon Kindle y en impresión bajo demanda para más de quinientas ciudades alrededor del mundo. El poeta Martínez Caldera ha respondido a nuestro cuestionario de autor, para que sus lectores puedan conocerlo mejor.

 

¿Dónde naciste? ¿Hay algo del lugar donde naciste que lleves marcado en tu personalidad?

Yo nací en Managua, hoy capital de Nicaragua, es una ciudad de naturaleza sísmica y de constante inestabilidad, quizás esa sea la marca que llevamos todos los que aquí nacimos.

¿En qué país del mundo te gustaría vivir y por qué?

Antes de la caída del bloque socialista, tuve la oportunidad de conocer la República Checa, Checoslovaquia en aquel entonces. Logré visitar algunos lugares y buhardillas donde se concentraban parroquianos, todavía se conserva las bardas y los lugares donde se amarraban los caballos. En el interior me gustó mucho ver las firmas de Roque Dalton, poeta asesinado y en espera de justicia, y allí vi también un texto y la firma de Neruda y otros poetas de gran renombre, siendo tan joven me impactó eso pero sobre todo la belleza de la ciudad.

¿Qué estudiaste? ¿Cuál es tu verdadera vocación? ¿A qué te dedicas?

Creo que he tenido una vocación natural por la investigación, social, política, literaria y una natural inclinación hacia el arte literario.

¿Qué época de la historia de la humanidad admiras más? ¿Por qué?

Creo que entre el siglo 19 y el 20, en lo que a mí respecta, la humanidad experimentó grandes saltos importantes. Se logra el primer ensayo socialista, que aunque fracasa permite decirle a la humanidad de que siempre existe una salida más equilibrada para las injusticias sociales, la revolución en las comunicaciones y la tecnología, modificó de manera irreversible nuestra manera de percibir el mundo. La lucha despiadada contra la tiranía del mercado, que se basó sobre el absurdo “de las expectativas racionales de la oferta y la demanda” y que tiene a la humanidad en el despeñadero. Esta es una época decisiva de la humanidad.

¿Qué figura histórica repudias?

A todos los fascistas desde Hitler, hasta Videla, Franco, Pinochet, Stalin o cualquiera que crea que ese es un estadio permisible para la humanidad.

¿Cuál es tu película y actor cinematográfico favorito?

Yo soy gran admirador de Robert de Niro y por supuesto sus actuaciones en los “Intocables” y “El Padrino”, me parecen una escuela permanente de arte y de conducta.

¿Quién es tu músico preferido? ¿Cuál canción podría ser la banda sonora de tu vida?

Sin lugar a dudas Led Zeppelin

¿Qué opinas del suicidio?

Durante mi juventud, estas ideas parecían hasta poéticas y heroicas; pero el tiempo con el que llega la madurez permite ver aspectos de la vida, más allá que como una pasión inútil.

¿Qué cambiarías de tu personalidad?

Bueno hasta hoy nada, me siento cómodo con ella.

¿Le temes a la muerte?

No. Ni en mi más temprana juventud recuerdo haber experimentado miedo a la muerte. Por alguna razón creo que siempre la vi con la naturalidad de su presencia.

Si tu vida tuviera propósito ¿cuál crees que sería?

Ser cada día un mejor escritor.

¿Cómo te describirías literariamente hablando?

He venido desarrollando un lenguaje poético, en el que traté de darle el sentido a lo lírico dentro de condiciones adversas, dónde las condiciones más bien imponían una narrativa bélica. Y ahí es dónde se utilizan figuras que tratan de volver y devolver al ser humano su esencia a pesar de las circunstancias.

¿Crees que tu escritura tiene alguna utilidad?

Creo en la utilidad de la literatura en la medida en que es capaz de iluminar de manera diferente un aspecto de la vida. Creo que la literatura es una categoría del conocimiento que nos permite aprehender la realidad de una manera diferente, que solamente una sensibilidad especializada puede captar.

¿Qué razón te motiva a escribir?

Creo que inicialmente, la escritura es una necesidad de explicarse el mundo en el que uno entra. Pero una vez que se te van dando las palabras el tono, el estilo empieza a volverse un oficio complejo pero ineludible.

¿Qué sientes al ponerle punto final a una obra?

Las ganas de empezar otra, el afán por revisar lo escrito. Pero este sentimiento es más fuerte cuando se aborda la narrativa más que la poética.

¿Qué es lo más difícil de ser un escritor?

Mantener una actitud coherente frente a la vida. Para mí el ser escritor y poeta es una actitud frente a la vida. La mayoría de las veces es muy difícil por lo cambiante de las realidades que se enfrentan.

¿Cómo descubriste que serías escritor?

Cuando de niño hice ejercicios de declamación escolares, cuando estando en primaria un profesor español, me leyó el Vértigo de Núñez de Arce, cuando leía las novelitas de Corin Tellado de mi madre. Ahí me di cuenta que tenía que escribir. Y es lo que he hecho a lo largo de mi vida.

¿Tienes alguna rutina a la hora de escribir?

Más que una rutina, lo que tengo es un método. Voy almacenando energías, información sobre aspectos que me parecen interesantes, conversar con escritores u otras personas y amigos. Y cuando considero que mi cerebro ha acumulado suficiente material empiezo a escribir. Y aquí empiezo a dejarme llevar por la narrativa o la poética que se me impone.

¿Qué te inspira?

El entorno, las personas y cómo enfrentan la cotidianidad. La mujer y su forma especial de apreciar las cosas, la vida, los hijos. Cómo interactuamos todos en este escenario.

¿Cuáles son los escritores o libros que más te han influenciado para escribir?

No sé si me han influenciado, pero en definitiva me han motivado el análisis, por ejemplo: Sábato, Yourcenar, Camus, Vicente Huidobro mucho más que Neruda, en fin esta lista podría ser interminable y muy tirada al lugar común.

¿Con cuál libro te iniciaste en el hábito lector?

Cómo dije el hábito de lectura me lo proporcionó mi madre con sus novelas rosas, luego paso a novelitas menores del oeste, luego se escala a Poirot, y ya después el camino es indetenible pero se deben decir algunos escritores que te explican como Humberto Eco, Suskind, Rusdie antes de los versos satánicos y a quién tuve el honor de conocer. Y grandes escritores de mi país como Darío, Cardenal, Carlos Martínez y otros no menos importantes.

¿Cuál es tu libro favorito y por qué?

“Memorias de Adriano” y “El Príncipe” de Maquiavelo. En ambos me provoca un tremendo impacto el manejo del poder, casi como un ente autónomo con vida propia. Me atrae sobre todo por los miles de vida que constantemente están en riesgos según los movimientos que el poder provoca.

¿Cómo ves el panorama literario en Latinoamérica hoy día?

Bueno soy poco para decir, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero los nuevos autores en Latinoamérica, tienen una herramienta poderosa en la tecnología digital. Investigaciones que los escritores antes ocupábamos meses o años, hoy están a la distancia de un clic. Se trata simplemente de potenciarlas en poco tiempo estaremos en presencia de grandes talentos literarios hijos de esta revolución en las comunicaciones.

¿Qué libro le recomendarías leer a Dios?

La Biblia. Creo que le haría algunas correcciones si fuera posible.

¿Qué libro le recomendarías al presidente de la república?

La Fiesta del Chivo” de Vargas Llosa. Creo que ahí están grandes enseñanzas de cómo no  ejercer el poder.

¿Quién es el escritor contemporáneo que recomendarías leer?

Creo que posiblemente a Noam Chomsky, para poder entender esta paradoja que vivimos.

¿Qué libro o libros no has podido terminar de leer?

Hay algunos libros que requiero leer, los Michael Foucault y el “Fin de la Historia” de Fukiyama. Pienso que tienen claves interesantes que desentrañar.

¿Tienes algún mensaje para los jóvenes que se inician el camino de escritura?

A mí me gustaría que escogieran con más cuidados sus temas, que investigaran a los autores que ya han escrito sobre esos temas. Todo esto lo facilita las nuevas herramientas tecnológicas, y el lector exigente estará agradecido de no leer tanto lugar común y versificaciones de una cursilería espantosa.

¿Antes de morir, qué logro en literatura quisieras tener?

Quisiera tener unos cuántos poemas de grata recordación y algunos cuentos que me ubiquen en la forma en que vi, viví en este mundo.

¿Has tenido alguna experiencia erótica (excitación) con la lectura? ¿Qué libro?

Creo que “La Fiesta del Chivo” es abundante en este tópico.

Si escribieras como un pintor ¿qué pintor serías?

Yo tengo más amigos pintores que escritores, pero creo que sería siempre un pintor del género negro, como lo soy en mi narrativa.

¿Cuál es tu personaje de ficción favorito? ¿por qué?

Pienso que Poirot, porque toda la vida me gustó la investigación social, política de personajes. Siempre admiré esa metodología inductiva, en fin.

¿Qué persona o situación de la vida real crees que merece convertirse en literatura?

Palestina y la situación de ese pueblo, me parece tan sub real que parece casi imposible que las naciones de la tierra no le hayan encontrado una salida a semejante conflicto.

¿Qué opinión te merece Sultana del Lago Editores?

Estoy admirado por el esfuerzo que realizan por posicionar a la literatura nueva latinoamericana, en un lugar privilegiado.