Apostaré a ganador
aquí y ahora
toma mis manos
muéstrame el amanecer en tus ojos
yo te daré mi terquedad
y la vehemencia
posaré tranquila y segura
en la noche fragante
seré tuya
de este a oeste
de norte a sur
seré tu principio y el fin
no tardes
Intenta dormir tranquilo
aguarda fervoroso
sobre su ombligo
entre sus piernas
que el insomnio te sorprenda
abrazado a su cuerpo
comulgando en su sexo
hundido en sus caderas
intenta dormir tranquilo
que ella escriba la historia
delicada y generosa
resuelta y absoluta
que la mañana te encuentre
consumido de dicha
respirando en su cuello
olor a hembra
Trepa la luna menguante
avergonzada
hace su cama
sus sábanas
minúscula mujer
eleva una plegaria
preñada de dolor
palabras rotas
La Reina acepta
Que la noche sea testigo
del exquisito lenguaje
entre tu piel y la mía
entre tus manos y mi intimidad
me enciendes con caricias
tus susurros
me cobijan
y humedecen mis ganas
La Reina acepta
dejando su intensidad
en cada espacio de tu sombra
aprendiendo a volar en tu mundo
plácida y tranquila
Tocando el cielo con las manos
Hondura permanencia
del cuerpo en silencio
de espaldas al poema
cuando en la mañana escribe
abundante tinta rica y sin atavíos
tiembla la carne si falsifica algún sentimiento
en lo irrenunciable de la risa
en el callejón estrecho de su recuerdo
en el coqueteo matutino cargado de goce
en el juego del macho a la hembra
como animal
esa locura impulsa el alma
y el entusiasmo se desborda
sin pedir permiso, cuando en la mañana escribe
Más historias
“La historia de este libro” de “Desaparecidos en el páramo”
“Un gato bajo el sol” de “Las horas perdidas” de Edinson Martínez
“El bullying de los padres hacia sus hijos deportistas”. Por Eliéxser Pirela Leal