Descripción
Querida, por si alguna vez volteáis y me veis detrás de vos. Efebo tu sonrisa que duele no compartirla junto con la mía, vos podéis venir, yo no puedo ir, haceme un mancebo del amor querido, me encuentro en este cismo, mírame, venite sin prejuicios ¿Quién ha de dudar de tu esencia? Llevate mis manos a tu sur, dame de aquel Caribe humedecido de tus cariños, caminar bajo las palmeras hacia las orillas de tu calor, haceme de vos, en tristes tierras me he dejado abandonar, será mi querella tonta o inefable a tus pies ¿Qué será de mí si pasa esta vida y aún no te encuentro? Venite, en estas letras arrugadas, palabras escondidas.
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